NACH: 50 AÑOS DE VIDA DE UN MC EXCEPCIONAL.

NACH: 50 AÑOS DE VIDA DE UN MC EXCEPCIONAL.

Lo primero que atrae de Nach es su voz robusta, grave, que le imprime un tono especial a cada palabra, a cada frase y a cada mensaje profundo (de crítica social) que él mismo ha impreso en la letra de cada una de sus canciones. Su voz es lo primero que llena el escenario cuando se encienden las luces y el concierto inicia. Luego, su poesía contundente. Nach es ante todo un poeta, “un mago de las palabras” (así le llaman y así se hace llamar). Es un poeta por vocación, talentoso, espontáneo, auténtico. Tan natural y auténtico que sorprende la facilidad con la que hilvana las palabras y las ideas, y el mensaje que desea transmitir.

Ignacio José Fornés Olmo (Nach) cumple hoy, 1º de octubre de 2024, 50 años.
Nach nació en Albacete (Castilla La Mancha), pero su infancia y juventud transcurrieron en Alicante, una ciudad de España afortunada porque está situada a orillas del Mediterráneo, y porque durante todas las estaciones del año la ilumina y acompaña el sol.
Nach tuvo la fortuna de hacer parte de una familia numerosa (es el menor de ocho hijos), y de tener unos padres hacendosos y una madre que desde niño le inculcó el amor por la poesía.
Su primer encuentro con el hip hop ocurrió en una cancha de baloncesto (en el barrio San Blas) a la que solía ir con cierta frecuencia, de niño. Años más tarde, cuando ya era una figura de talla mundial, fue seleccionado por la Asociación de Clubes de Baloncesto de su país para escribir la letra del himno para la Copa del Rey (en la temporada 2004-2005).
Aunque Nach es licenciado en Sociología, por la Universidad de Alicante, desde muy joven incursionó en la poesía. Ese universo suyo, de palabras, ritmos, cadencias y sueños convulsos, lo supo combinar magistralmente con la música, al ritmo del hip hop. El resultado fue una obra maestra: un repertorio de canciones minuciosamente elaborado durante más de 30 años, que lo han obligado a cargar sobre sus hombros el honroso título de ser el mejor representante de la música hip hop de toda España y uno de los mejores MC a nivel mundial.
Pero ¿cuál ha sido el secreto de su éxito? ¿en qué consiste la magia de Nach? ¿qué distingue a Nach del resto de los MC’s del mundo?
En el 2012 tuve la oportunidad de asistir con Carlo Matteo al concierto especial que ofreció Nach en Alicante, en el majestuoso Teatro Principal, ubicado en el centro histórico de esta ciudad. En mi caso, era la primera vez que escuchaba a un artista de este género, además en vivo y en directo. Debo decir que Nach me dejó gratamente impresionada. En este concierto lo acompañó Moisés Sánchez en el piano, y sobre el escenario ZPU, otro artista español del hip hop.
Lo primero que atrae de Nach es su voz robusta, grave, que le imprime un tono especial a cada palabra, a cada frase y a cada mensaje profundo (de crítica social) que él mismo ha impreso en la letra de cada una de sus canciones. Su voz es lo primero que llena el escenario cuando se encienden las luces y el concierto inicia. Luego, su poesía contundente. Nach es ante todo un poeta, “un mago de las palabras” (así le llaman y así se hace llamar). Es un poeta por vocación, talentoso, espontáneo, auténtico. Tan natural y auténtico que sorprende la facilidad con la que hilvana las palabras y las ideas, y el mensaje que desea transmitir. Es tan contundente como artista que, si desaparecieran la música, el género hip hop al que vuelca su inspiración, sus músicos, las luces, y el auditorio, su poesía seguiría siendo simple y llanamente poesía, y sus canciones serían libros y él mismo, un poeta como el resto de los poetas, que se inspiran, escriben libros y los comunican al mundo, a través del papel. Nach va más allá. Mezcla poesía y música y es la música la que le permite transmitir su poesía a todos los auditorios del mundo. La música es el vehículo de sus palabras y el auditorio es el que les da sentido, porque finalmente el público es el elemento que materializa las voces de los que denuncian a través de las palabras.
Pero podríamos decir acá que, así como sus canciones son poesía pura, los poemas que ha escrito en los dos los libros que ha publicado, Hambriento (2016) y Silencios Vivos (2019) podrían convertirse en letra para un repertorio más de ese repertorio infinito que estará ahí mientras viva Nach.
Nach ha escrito gran cantidad de canciones, su discografía es voluminosa. A partir de 1993 (con algunas maquetas realizadas) ya figuraba en la lista de los MC más reconocidos de España, al lado de El Chojín, ZPU, SFDK, Arma Blanca, entre otros. Nach sigue el estilo de los MC que crecieron y se cultivaron en el edificio 1520 Sedgwick Avenue del Bronx de Nueva York, vale decir: canción protesta con una denuncia directa y contundente contra las injusticias que hay en el mundo, gestualidad y estilo propios del rap (que incluye la vestimenta de los artistas hip hop de NYC), y algunos títulos de sus canciones disruptivos y originales. Vale la pena destacar aquí los siguientes álbumes de Nach: En la brevedad de los días (2000), Poesía difusa (2003), Juego (2004), Ars Magna (2005), Un Día En Suburbia (2008).
El Chojín, MC español, en colaboración con Francisco Reyes (profesor y experto en cine, televisión y audiovisuales e investigador del género rap -su tesis doctoral versó sobre este tema-) publicaron, en 2010, un libro de algo más de 380 páginas (RAP, 25 Años De Rimas), lujosamente impreso, con imágenes y fotos muy ilustrativas que narran la historia del rap en España.
Moisés Sánchez hizo parte del grupo de músicos de Nach que colaboraron en la realización de su álbum Mejor Que el Silencio. Este pianista virtuoso se convirtió en un integrante más del Team Nach, cuando algún día su prima le regaló un CD de Nach y su canción Binomio lo sedujo. Gracias a Binomio, Moisés entabló amistad con Nach y a partir de allí empezaron a trabajar juntos en la producción de varias composiciones. Anochece y Nada ni nadie fueron las primeras canciones que grabaron juntos, en el 2007. En la gira Latam 2012, Moisés Sánchez viajó con el resto del grupo de productores de Nach por Latinoamérica y fue, más adelante, el productor del álbum de estilo slam poetry, Los Viajes Inmóviles, entre cuyas canciones sobresalen: Me llaman, Tiempo, Dame Tiempo, Tercer Mundo, Lo estoy intentando. En este álbum Nach, contrario a lo que había hecho hasta entonces (rapear), declama cada una de estas canciones, mientras que las notas melodiosas de algo parecido al jazz suenan al fondo (Entrevista: “Nach: del hip hop al no jazz, pasando por la canción de autor”, El Mundo, 2014, versión digital).
El tercer factor que hace de Nach una de las figuras más prominentes del escenario hip hop es su gestualidad y el sello que le imprime a sus canciones cuando las interpreta. Su presencia en el escenario está cargada de una alta dosis de emocionalidad y sentimiento.
Otra de las características que hacen de Nach un MC excepcional es su extraordinaria capacidad para hacer visible, a través de sus canciones, la vida de las personas vulnerables que no hacen parte de ninguna lista de alguna agenda oficial conocida, precisamente porque la historia de estos individuos es la historia, o la tragedia, que se esconde o bien en el rincón más oculto del alma humana, o en ese lugar que se descubre apenas se cierra la puerta de alguno de los espacios más privados e íntimos de los hombres (una oficina, el hogar, una cárcel, un taxi) o donde se queman los barcos al llegar a un país extraño en búsqueda de un porvenir mejor. En su álbum Miradas de 2021 Nach explora estos universos desconocidos del común de la gente.
Con la presentación que hizo en el Teatro Principal de Alicante, Nach cerró su año de giras por España y Latinoamérica (visitó Colombia, México, Costa Rica, Venezuela, Argentina, Chile, Ecuador y Perú. Su documental Latam Tour/2012 se puede ver por YouTube), y su intención de dar a conocer su quinto álbum Mejor Que El Silencio, en el que incluyó entre otras magníficas piezas musicales, las siguientes: Hambre de Victoria, Pensando en voz alta, Disparos de Silencio, El reino de lo absurdo, No estabas ni estarás, ¿Entonces quieres ser MC?, Réquiem, Ellas (que interpreta con Ismael Serrano en el álbum), El idioma de los dioses, etc.
En el Teatro Principal de Alicante, con sus padres en el palco tarareando sus canciones, visiblemente conmovidos, Nach ofreció, más que un concierto, un recital de sus poemas. Réquiem, Verbo, y las demás canciones del repertorio de ese día, todas magistralmente interpretadas, hicieron estallar de júbilo al público que ese día asistió a este espectáculo. Quizás la canción que más nos conmovió a todos fue Ángel (álbum Un Día En Suburbia/2008), un poema dedicado a su hermana enferma que falleció a los 16 años y que privó a Nach de tener al lado suyo, por el resto de su vida, a su hermana mayor. Es una canción que deja al descubierto todo el cariño fraternal de Nach, con una musicalidad que hace juego con el dolor que Nach sintió por la partida de su hermana.
Por YouTube se pueden escuchar y ver todos los videos de sus canciones, desde que inició su carrera bajo el seudónimo de Nach Scratch, hasta hoy, cuando se hace llamar simplemente Nach. También, por esta plataforma, se puede ver a Nach como invitado especial de la Feria del Libro de Badajoz de 2012. En su conferencia hace un recorrido por los principales poemas de su libro Hambriento.
Son innumerables las canciones que ha publicado, que sus fans han sabido memorizar al pie de la letra. En el documental Latam Tour/2012 se puede apreciar la efervescencia de los seguidores de Nach en todos los escenarios de los países latinoamericanos que visitó. En el 2012 fue nominado al Premio Goya con su canción Verbo y en el 2019 fue nominado por la Academia de los Premios Grammy por su tema Los zurdos mueren antes.
Podría escribir un ensayo sobre cada una de sus composiciones, pero ni el tiempo ni este espacio me lo permiten. Nach es ante todo un poeta, un mago de la palabra, un artista con una mirada especial que nació con el don de la palabra, escrita y hablada, un hombre sensible, un cantautor ejemplar, un MC maestro (que valga el pleonasmo) para sus pares y seguidores, un poeta español de este siglo que arropa con sus palabras a los más vulnerables.
A la salida del Teatro Principal, cuando ya había finalizado el concierto de Nach, recordé la hermosa leyenda que, vigilante y majestuosa, se alza sobre el monte Benacantil. Según esta historia mítica, un rey árabe, que residía en un castillo sobre el peñón, decidió poner a prueba a dos de los pretendientes de su hija Cántara. Uno de ellos debía construir una acequia que surtiría de agua al castillo, desde Tibi. El otro debía viajar a las Indias, para traer las mejores y más exquisitas especias a la princesa. Quiso el destino que el primero, Alí, enamorara a la princesa y sacrificara la prueba por la que el rey le concedería la mano de Cántara. Al llegar Almanzor, el segundo pretendiente, una vez cumplida la misión encomendada, el rey lo declara vencedor, concediéndole la mano de Cántara. Alí, acongojado, y en retaliación, decide lanzarse por un precipicio, quitándose la vida, hecho este que imita Cántara al poco tiempo. Después de este triste suceso, el rey agobiado por la pérdida de su hija decide morir también. Para ello invoca a Alá y le ruega que lo oculte bajo la roca, disolviéndolo en ella por la eternidad. Alá hace realidad el deseo del rey. Desde ese día, en el monte Benacantil, donde hoy se encuentra el Castillo de Santa Bárbara, yace el rey esculpido sobre la piedra. Allí, con él, quedaron sepultados para siempre todo su dolor, la memoria de su hija, y el futuro feliz que el hado trágico truncó.
Esta leyenda nos recuerda que, al final, no son los protagonistas o héroes con sus trágicas vidas, o los hechos trágicos individualmente considerados, los que nos hacen estremecer, sino, más bien, aquella trama inesperada o esos hilos invisibles que cambian abruptamente el destino feliz de los hombres, con lo cual se transfigura la sustancia más profunda de sus almas, aflorando en ellos (los hombres tocados por la tragedia), con toda su fuerza aniquiladora, el dolor, el desasosiego, la amargura, la aflicción, y todos esos sentimientos y emociones que sólo los poetas pueden desvelar, sentir y cantar.
Los sentimientos y las emociones intensas que provocan las tragedias no difieren de hombre a hombre, no conocen el tiempo, tampoco el origen, el abolengo o la condición de quienes las padecen.
Nach es uno de esos poetas que con su talento y sensibilidad nos desvela, a través de su poesía, esas pequeñas y grandes tragedias que se esconden en los resquicios del alma de los seres más vulnerables, que todos los días se levantan para deambular por las calles y carreteras de su vida interior atribulada.

 

 

 

 

Silvia Castillo

Cajita de música

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